Al final, decidimos el siguiente menú para la cena de navidad:
* Entrantes: brochetas de salmón ahumado con piña y salsa tártara, y roasted potatoes, por eso de hacer algo de aquí.
* Plato principal: tataki de atún a la pimienta con vinagreta de tomate y fresas.
* Postre: Selva negra.
La verdad es que fue todo muy fácil de hacer; Adri se puso con la termomix y, aunque tuvimos algún problema con la nata (que no se montaba y fuimos a por otra con más grasa y entonces era demasiado), la tarta le salió muy rica. Yo me puse más tarde y se me olvidó hacer la piña a la plancha pero aún así las brochetas estaban muy ricas (esto me pasa por inventarme sobre la marcha las recetas y no acordarme luego XD). Pero el tataki me salió muy rico, aunque sigue siendo MUY picante. Yo ya no sé.
Así que cena tranquila, ¡sin Telepasión! Debe haber sido la primera vez en mi vida que no he tenido que aguantar eso, aunque luego nos enteramos del programa de los 50 años de Serrat... y lo vimos al día siguiente.
Los días 25 y 26 teníamos el handicap del transporte: el 25 cierra todo (todo es todo, hasta el metro y no circula ningún tren) y el 26 es festivo (Boxing Day) y apenas circulan trenes, además de estar todo cerrado. Conclusión: nos quedamos haciendo de balneario. El 25 comimos cocido, que nos salió bastante aceptable para las materias primas que teníamos (el repollo tamaño naranja era un repollo, de verdad, no fue un error de Google Translate). De hecho, 25 y 26 fueron taaaaaan balneario entre otras cosas porque nos dedicamos a comer sobras de los días anteriores.
![]() |
El cocido anglo-madrileño |
El 27 teníamos decidido ir a Londres, al mercado de Portobello, ¡el que sale en La bruja novata! Si Adri no me ha matado ya después de cantarle dos millones de veces lo de "Portobello rooooad, Portobello rooooad, donde se vende y se compra hasta el sol..." es que es amor. Además, y puesto que íbamos a ver un mercado callejero, nos llevamos a Eme. No había trenes, porque el fin de semana la estación estaba cerrada por obras, pero nos fuimos al metro. Watford - Baker Street (hello, Sherlock!) - Ladbroke Grove. Eme hizo todo el viaje con sus trasbordos estupendamente :D
Empezamos el mercado por el final pero me gustó mucho más que la parte principal. Digamos que la parte final era como el Rastro y la parte del principio como el Rastro con pretensiones. No compramos nada, pero nos encontramos con un mural en recuerdo a la España Republicana durante la Guerra Civil, con el "No pasarán", que en inglés es "They shall not pass"... que es lo mismo que dice Gandalf al balrog en el puente de Moria, yo ahí lo dejo.
Tras ver el mercado nuestro plan era ir a Camden Market, otro mercado callejero, pero el transporte nos volvió a fallar: la línea circular estaba cortada por obras y la línea central estaba cerrada completamente por un accidente. Así que cambio de planes: buscar un sitio para comer dogs friendly e ir a Hyde Park. El sito buscado como dog friendly era "friendly" si atabas al perro fuera... así que terminamos comiéndonos una Bratwurst en mitad de Portobello, pero ir luego a Hyde Park fue todo un acierto.
De camino, unos turistas debieron pensar que éramos autóctonos (el efecto Eme) y nos preguntaron por la calle donde vivían los famosos... en Notting Hill. Debe ser el sitio con más famosos por m2, al menos así en general. Esta vez no les supimos responder porque somos poco de hacer escraches a los que no son políticos sociópatas del Partido Popular.
Hyde Park, además de ser un parque impresionantemente grande en el centro de Londres y muy bien cuidado (al estilo inglés), alberga en navidad la "Winter WonderLand", una feria como la de cacharros de toda la vida pero con toques de hielo en los carteles y cara como ella sola (9£ algunas de las de dar más vértigo). Fue un paseo muy agradable comparando la casi inexistencia de brecha cultural: niños que berrean, gente que empuja, música de casetas que se mezcla... Lo más gracioso fue que nos encontramos con ¡otro perro de aguas! Como Eme y probablemente también canario, por el acento de sus dueños, aunque un pelín más grande.
Y ya al metro, al siguiente reto: las escaleras mecánicas. Y es que en UK los animales pueden viajar sin problema en el transporte, pero en las escaleras mecánicas deben ir cogidos en brazos. La primera costó un poco por la falta de práctica (el viaje de ida sólo había tenido escaleras de piedra), pero la segunda a Adri le salió estupendamente :D
El domingo decidimos ir a Camden que nos habíamos quedado con ganas. Este sí es como el Rastro, con mucha gente y un rollo similar. Como en Portobello, no compramos nada porque de verdad que no vimos nada que
a. necesitáramos y
b. no pudiéramos comprar en España. Así que íbamos muy ligeros mientras cotilleábamos un poco.
a. necesitáramos y
b. no pudiéramos comprar en España. Así que íbamos muy ligeros mientras cotilleábamos un poco.
![]() |
Eme en el pub. |
La siguiente parte guay fue comer con calefacción fuera de casa, por primera vez desde que estábamos aquí. Que los bocatas en el parque molan, pero mejor en agosto que en diciembre. Nos trataron muy bien a pesar de que eran las 14 y a ellos debía parecerles que estábamos merendando. El siguiente objetivo fue Regent's Park, otro de los gigantescos parques de Londres... y ya al metro, por Baker Street. Teníamos la intención de acercarnos aunque fuera a la puerta del museo de Sherlock, pero había tal cola para entrar que desistimos y nos vinimos para Watford.
Lunes de descanso y compras. El otro día en la BBC vimos una receta que nos gustó: Salmon Wellington, una especie de pastel de salmón con relleno de pepinos y miel. Si el día 1 no sabéis nada de nosotros es que hemos muerto de indigestión. Eso sí, encontrar cosas en un supermercado británico es muy difícil yendo, como nosotros, con mentalidad español (no tenemos otra para ir a comprar). Nuestra conclusión ha sido clara: ¿quién coloca los productos en el súper? Exacto: el mono borracho. Le debimos gustar en el Camino de Santiago y ahora nos persigue, haciéndonos parecer guiris idiotas dando miles de vueltas por pasillos llenos de groceries.
![]() |
En un cementerio, parece apropiado. |
Este museo está junto al de Historia Natural, donde hoy debían regalar algo. Igual un dinosaurio, quién sabe, porque no sé yo qué justificaría las distintas colas de MUCHA gente en sus distintos accesos... ahí había gente que habrá esperado una hora a pie quieto, a la sombra, con 2 ó 3 grados y una humedad como en la costa de Almería. Les hemos mirado con suspicacia (¿qué sabrían ellos que nosotros no?) y hemos seguido al museo de al lado. No es que estuviera vacío, pero se entraba sin esperar. Nos han intentado colar una donación de 5£ de esas que son como emboscadas pero esta vez nos hemos negado. El museo es guay y tiene una planta dedicada a que los niños se quieran hacer ingenieros. No sabéis donde os metéis, les he dicho yo, pero como ha sido en español, todos tan contentos.
A la salida el plan era ir al Británico pero ya era tarde (la pirula de los trenes) y queríamos coger el servicio off peak de antes de las 16.30. Así que hemos cogido un bus de dos plantas, nos hemos metido en un atasco, y nos hemos ido al Soho a comer (¡sushi!) y a pasear. Todo ha salido según lo previsto y ahora, de rebote, tenemos un calendario de gatos diciendo cosas monas ^____^
Cuando hemos llegado a Watford hemos ido a recoger a Eme, que estaba con los vecinos y ¡nos han invitado a tomar algo con ellos! Como ni siquiera habíamos entrado, hemos quedado a las 7 con ellos... lo normal, ellos ya había cenado y nosotros estábamos merendando. Pero ha sido una conversación muy agradable con unos señores extremadamente encantadores, ya jubilados, que nos han estado contando cosas de UK y nos han dicho que hablábamos muy bien inglés (chúpate esa, cliente franchute). De hecho, creían que habíamos hecho con Dácil y Kike un "house swap", un intercambio de casas durante periodos de vacaciones entre gente que no se conoce. Nos han estado contando que ellos hicieron varios cuando eran más jóvenes, y que les fue genial. De hecho, ahora tenemos IDEAS, pero esa es otra historia.
Nos ha venido bien hablar en inglés que al final no interaccionamos nada con la cultura local. Eso sí, nos hemos despedido para ir a preparar la cena... y ellos casi se iban a la cama.
Mañana Nochevieja: celebraremos la llegada de 2015 dos veces. A las 23.00 de aquí nos tomaremos las uvas (si tenemos estómago después del salmon wellington) y a las 0.00 brindaremos con... bueno, con algo. Igual con sidra, que está mucho más rica que el vino que hemos comprado.
La siguiente crónica ya será el año que viene así que, ¡feliz salida y entrada de año!