Y aquí tengo que hacer una aclaración: he sido incapaz de leer nada al respecto en la web del Ministerio de Industria, así que mi opinión al respecto está basada exclusivamente en la información aparecida en la prensa. Tampoco voy a entrar en consideraciones sobre si energía nuclear sí o no. Esto va de planificación territorial, que es lo mío.
Ya desde el principio, el método elegido está viciado: los Ayuntamientos se tienen que postular para acoger el cementerio nuclear. Para infraestructuras mucho menos discutidas existen estudios. Simplemente, un estudio de localización idónea. Hablo de infraestructuras como autovías, presas, centros logísticos. Sin embargo, nadie desde el Ministerio de Industria ha dicho nada acerca de dónde estaría la ubicación ideal de este cementerio. Nunca he estudiado nada relacionado con residuos nucleares, pero se me ocurren tres razones de carácter logístico básico que habría que tener en cuenta antes de decidir una ubicación:
- ¿Desde dónde hay que transportar los residuos? Parece lógico no alejar el cementerio del punto de generación del material.
- ¿Qué infraestructuras existen actualmente para el traslado de dichos residuos? El interés general es construir las infraestructuras apropiadas, por lo que habría que utilizar las existentes.
- ¿Qué medidas de protección de riesgos deben existir? Como en el caso de las infraestructuras, parece lógico que se aprovechen los medios humanos y materiales ya existentes.
Yéndonos al caso extremo, ¿y si sólo se postula el Ayuntamiento de Las Palmas Gran Canaria? Actualmente, sólo existen centrales nucleares en la Península. Parece obvio que no sería factible. Entonces, ¿por qué se asume que cualquier punto de la geografía española lo es? Basándonos sólo en el criterio de los ayuntamientos que, reconozcámoslo, no son técnicos de nada en la gran mayoría de los casos.
Como cualquier infraestructura de incidencia en todo el territorio nacional, parece razonable pensar que la ubicación de la misma tendría que partir de un estudio previo que diferenciase una serie de zonas en la península donde podría estar situado el cementerio. Y una vez señaladas las zonas, habría que preguntar a los Ayuntamientos, las Provincias y las Comunidades Autónomas. Pero es que éste es el procedimiento establecido para cualquier otra infraestructura, y aunque tiene sus ventajas y sus incovenientes, funciona razonablemente bien. ¿Por qué en este caso están intentando reinventar la rueda?
Y por otra parte, yo me pregunto por los municipios que circunvalan a Ascó, Yebra o Villar de Cañas. ¿Por qué no se presentan ellos también? El mayor riesgo de un cementerio nuclear es la posibilidad de un accidente, y, en caso de producirse, la radiación no entiende de fronteras entre términos municipales.
En fin, una muestra más del desmadre que supone la no-política territorial del Gobierno de España, basada en entidades extremadamente rígidas como las Comunidades o los Ayuntamientos, que siempre, siempre, miran en su propio interés. Y mientras, los distintos Gobiernos que hemos tenido, mirando a la luna. O eso parece.