Mostrando entradas con la etiqueta plano. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta plano. Mostrar todas las entradas

09 junio, 2007

Adivina, adivinanza

Así, en menos de 3 segundos, adivinen:
  1. a qué otro plano1 me recuerda el siguiente.
  2. de qué 95.000 euros me estoy acordando.
Se regala un gallifante.

metromsocu


1 Sí, es un plano, por mucho que la Comunidad de Madrid intente convencernos de que es un mapa. Realmente también es discutible que sea un plano, y no un esquema, pero lo que no es en absoluto es un mapa. Otro día me explayo sobre el tema ;)

18 abril, 2007

Nuevo plano del Metro de Madrid

Recién llegada de Amsterdam, me encuentro con una sorpresa en el blog de Rinzewind: el diseño del actual plano del Metro de Madrid, con una trayectoria de muchos lustros, va a ser sustituido por un nuevo diseño, con aspiraciones de modernidad, que sin embargo, recuerda poderosamente a los planos de metro de otras ciudades europeas como Londres o Berlín. Lejos de alimentar la polémica de lo amigo que es el diseñador del nuevo plano de la todavía presidenta Esperanza Aguirre, o de los fastuosos 95.000€ que ha costado el proyecto, no puedo menos que intentar analizar los pros y los contras del plano desde un punto de vista de análisis del territorio.

Una de las indiscutibles virtudes que tiene el actual plano de metro es que permite una comprensión del territorio. Es decir, mirando el plano, una persona que conozca Madrid puede orientarse, saber que de Cuatro Caminos a Plaza de Castilla las distinas paradas están en Bravo Murillo, o que de Sol a Ventas por la línea 2 y de Ventas a Canillejas por la 5 todas pertenecen a la calle Alcalá. Visualmente es factible ver una aproximación a cómo dichas calles son en la realidad. Como muestra, una comparación del plano de la calle Alcalá que sale en Google Maps, y las dos representaciones de ese mismo trayecto:
metro-ahora-calle-alcala
La calle Alcalá en el actual plano del metro.

plano-calle-alcala
La calle Alcalá, según el callejero de Google Maps.

metro-nuevo-calle-alcala
La calle Alcalá en el plano del metro propuesto por la CAM.


Sin que el actual plano de metro sea una representación exacta de la realidad, sí que la esquematiza de una forma coherente, y práctica para el usuario. La frase no entiendo los planos que pronuncia mucha gente ante la imposibilidad de orientarse frente al papel, se debe en muchos casos más a un fallo de la simbología utilizada que a un gran problema de comprensión espacial en la sociedad.

Por tanto, es básico que el plano del metro sea usable por el usuario. Con esto me refiero, sobretodo, a que una persona que quiera saber, por ejemplo, cómo ir al aeropuerto desde Tribunal pueda hallar el camino más corto por simple intuición. Esto, que lo consigue el plano actual, es imposible de saber con certeza en el nuevo plano. La utilización de sólo líneas horizontales y verticales para la representación de unas líneas de metro que en casi ningún caso siguen esas direcciones es un grave fallo de concepto: lo primero que se debe saber cuando se diseña un plano es que debe representar una realidad. Un plano no es un cuadro de un museo que puede tener detrás una intencionalidad propia.

Lo fundamental de cualquier plano es que debe resultar útil, comprensible y lo más sencillo posible. Lamentablemente, el plano propuesto no cumple ninguna de estas condiciones, a saber:
  • No es útil, porque es necesaria información adicional para poder utilizarlo de manera óptima.
  • No es comprensible, puesto que no representa una realidad.
  • Y no es en absoluto sencillo de leer.


Aparte de la representación de una realidad, otro de los puntos con los que estoy totalmente en desacuerdo en el nuevo plano es en la jerarquización de las estaciones de Metro. Es curioso, pero ¿realmente alguien cree que Guzmán el Bueno o Pacífico es más relevante que Atocha Renfe? Por lo que parece, quienes han diseñado el plano opinan que sí:
atocha-pacifico-nuevo vs. atocha-pacifico-ahora


Resumiendo, la propuesta de nuevo plano de metro supone un retroceso muy importante en la usabilidad del transporte público, muy en línea con la política del gobierno de Aguirre de aplastar todo lo público, ya sea sanidad, educación, transporte, o lo que se le pase por delante.