—Maldito seas, Vaagen —dijo Cordelia, jadeante—, no me advertiste que el pequeño bribón iba a ser hiperactivo.
Barrayar, Lois McMaster Bujold
—Maldito seas, Vaagen —dijo Cordelia, jadeante—, no me advertiste que el pequeño bribón iba a ser hiperactivo.
Barrayar, Lois McMaster Bujold
—¿Sabes? Siempre he deseado hacer algo grande en mi vida. Algo increíble —siguió Azhural—. O sea, no sé si me entiendes... un avestruz aquí, una jirafa allá... a nadie se le recuerda por eso... —Se quedó mirando el horizonte, teñido ya de un gris purpúreo—. Podríamos conseguirlo, ¿verdad que sí? —insistió.
—Claro, jefe.
—¡Pasar por las montañas!
—Claro, jefe.
[...]
—Subir y bajar, subir y bajar —añadió M'Bu con una sonrisa traviesa.
—Cierto, cierto —asintió Azhural—. Así que, al hacer la media aritmética, ¡el camino sería llano!