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19 noviembre, 2016

El reto 28x4: Ni un duro a FAES

Si hace unos años (¡3!), unas amigas nos enfrentábamos a un reto llamado 28x5 con unas conclusiones que fueron de lo más satisfactorias, pero que se las llevó por delante tanto la Navidad como una recién iniciada relación (sí, con Adri), este año hemos vuelto. Pero hemos redefinido un poco las reglas y hemos decidido que luchamos a brazo partido por no financiar a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, es decir, la fundación para que el Partido Popular pueda financiar(se) mierdas fascistas.

Hemos puesto un bote virtual y tenemos que ir rescatando euros, porque los que no rescatemos, ¡oh, my god!, irán a parar a las cuentas de FAES. Conste que en un principio teníamos la idea de que la donación fuera a parar al mismo Partido Popular, porque no creemos en la subcontratación, pero ¡oh, sorpresa! no hay manera de hacer donaciones al partido. O, al menos, no hay información al respecto en su página web. Hemos asumido que para donar al PP tendríamos que ir con un sobre a Génova, puesto que es el método institucionalizado, y preferimos ahorrarnos el disgusto. Que una cosa es funcionar con antirewards y otra pasar por los diferentes estadios de vergüenza-asco-rabia mientras sostienes un sobre con unos euros en la recepción de Génova 13.

Si has observado bien, te habrás dado cuenta de que esta vez sólo son 4 objetivos en vez de 5. La razón es sencilla: hemos quitado el objetivo gratificante. Primero, porque no funcionaba como tal (y sí como una obligación) y segundo porque tener tantas cosas nos podía sobrepasar. Otra novedad: no había campos fijos. Es decir, tu defines tus objetivos en la modalidad que quieras. Al final, esto se trata de adquirir rutinas y no tenemos por qué compartirlas.

Yo me he propuesto estos 4:

  • Alimentación: mi clásico no picar entre horas, unido a hacer cuatro comidas al día y no comer hidratos que provengan de harinas por la noche. Está siendo difícil, especialmente este último. Procuro cumplirlo cuando ceno en casa y me resigno a no hacerlo cuando salgo por ahí de vinos.
  • Deporte: aunque en origen me propuse hacer el primer mes de YAYOG, desistí al ver que el modo inicial implicaba estar 7 minutos y medio haciendo toda clase de ejercicios, desde flexiones hasta sentadillas, pasando por abdominales y fondos (y eran 4 ejercicios cada día). Mi nivel de forma no es tan bueno como para estar haciendo 7,5 minutos flexiones (¡estamos locos?), así que me he pasado a la Operación Transformer adaptada a 4 días de ejercicios de fuerza por semana. Con mi trabajo actual, he descubierto que es imposible que me planifique para hacer ejercicio por las tardes, así que vuelvo a levantarme a las 6 para ponerme las pilas. Ni de coña voy a salir a correr a las 6:15 en invierno, así que sólo fuerza. Además, voy andando a trabajar y procuro volver también; ésto último depende del día, si salgo muy tarde no me mola un pelo volverme andando y pasar por un túnel desierto y un descampado ídem.
  • Cuidado personal: soy la persona más descuidada del mundo conmigo misma. Me lavo el pelo por higiene y me echo crema en la cara para que no esté tirante. Ya. Es todo lo que hago más allá de usar exfoliante cuando me acuerdo, a pesar de que colecciono cremas y movidas en el armario. Decidí que iba a usar crema hidratante corporal todos los días al salir de la ducha, y aunque me muera del asco, lo estoy consiguiendo. Mi piel lo está agradeciendo horrores. Además, me lavo la cara con una toalla especial (que ya tenía, pero que estaba colgada tristemente en el baño) todas las noches y me echo crema. Cuesta, pero compensa.
  • Actividades: esto fue idea de Diana (como todo lo brillante, por supuesto, incluido lo de funcionar con antirewards), y se trata de dedicar 30 minutos al día a hacer alguna actividad que quieras hacer, pero para la que nunca encuentres tiempo. En mi caso he elegido leer en inglés, escribir, follar (ejem), jugar a juegos de mesa y dibujar. No pueden pasar 15 días sin hacerlas todas. 
Esta última regla es la que me tiene escribiendo hoy. Mañana se cumplen 2 semanas desde que empezamos y no había escrito nada, ni para este blog, ni para Lecturas Feministas ni para nada que no fuera emails e informes de trabajo. Y me alegro de habérmelo propuesto: me he dado cuenta de que tengo abandonado el blog y necesito recuperarlo. Para empezar, este año ha sido el que más he viajado de mi vida. He estado en Perú, en México y en Japón, además de en Bruselas o en París (pero estas ya las conocía, cuentan menos). Tengo crónicas y fotos de todos los viajes largos y me apetece compartirlas por aquí, aunque ya lo hiciera por email. Así que estos días intentaré subir, maquetar, pulir, esas crónicas y que se queden por aquí. 

Hay días que pienso que debería hacer un blog exclusivo de viajes, donde colgar todas esas crónicas que escribo, aunque algunos días me cuesten, y que me encanta compartir. Luego pienso en mi viejo Tagebuch, a punto de cumplir 12 años, y me da pena dejarlo. Así que aquí irán.

Además, quiero hacer una review del 28x4, porque estoy muy contenta de haberme animado de nuevo a participar. Me cuesta mucho hacer algunas cosas, pero necesito hacerlas y es una manera de obligarme a ello. Aunque el ejercicio no sea muy, muy intenso, es mejor que nada, y me ayuda a descansar mejor (y, creedme, lo necesito). No dejarme llevar por la ansiedad y comer mierda a cualquier hora lo agradece mi organismo y tiene el efecto colateral de que no me lleno de remordimientos al rato. Tengo la piel muy delicada y no la cuido, en invierno se agrieta del frío de Madrid... y lo estoy solucionando. Y estoy haciendo cosas que me gustan, pero que cuando me meto en el loop del agotamiento de trabajo, dejo de lado para dedicarme a las redes sociales, a juegos en la table y a ver la tele. 

Espero volver a coger la rutina de venir por aquí, gracias a este #28x4. De hecho, ya he pensado el próximo tema: contar uno de mis días, especialmente de estos últimos, que son absolutamente enloquecidos.