Hoy me he levantado contenta. Llevaba ilusionada con las elecciones que se celebraron ayer muchos días y sabía que podía caer y que sería desde muy alto. Pero ni las endorfinas ni el trabajo hecho me lo iba a quitar nadie. Y es que este año, por primera vez en mi vida, me impliqué activamente en la campaña de Ahora Madrid, el partido municipalista de unidad popular, concretamente dentro de la sección de movilidad. Desde ese grupo apoyamos a campaña en lo que nos pidieron: desde responder preguntas específicas de medios, como las de madridiario.es, hasta proponer un proceso ciudadano para la reforma integral del Eje de Santa María de la Cabeza.
Han sido unas semanas emocionantes y quiero pensar que he puesto un granito de arena en esta victoria de Ahora Madrid. Y es que para mí, aunque no hemos sido capaces de superar a Esperanza Aguirre y su Partido Popular en votos, este resultado es una victoria: hace un par de meses, nadie conocía Ahora Madrid, nadie conocía a Manuela Carmena, nadie conocía esta alternativa ciudadana. Y ahora hemos conseguido 20 concejales de los 57 posibles y lo más probable es que Ahora Madrid gobierne en el Ayuntamiento con el PSOE. Una coalición de izquierdas gobernando Madrid: casi no me lo puedo creer. Y ya, ya sé que el PSOE no es la izquierda que nosotros queremos, pero sus bases sí lo son. Veremos qué actitud adoptan en los próximos días.
Me quedo con algo poco usual: ayer, en el escenario de Ahora Madrid en la Cuesta de Moyano, Guillermo Zapata empezó la intervención en catalán, felicitando a Barcelona en Comú y a su próxima alcadesa, Ada Colau.
Dejando a un lado la parte emocional que ha supuesto para mí esta victoria, hay algunos datos que me gustaría sacar a relucir. Ojo, que no soy politóloga y ahora voy a entrar en modo cuñao, qué se le va a hacer:
La victoria de las candidaturas ciudadanas
Por mucho que la televisión se empeñara en decir que Podemos había ganado muchos concejales en las municipales, lo cierto es que las candidaturas ciudadanas como Ahora Madrid o Barcelona en Comú eran mucho más que ese partido político. Así lo demuestra, por ejemplo, el voto en Madrid: mientras Ahora Madrid obtiene 519.210 votos en la capital, Podemos se queda en 286.973, el 55%. No es ninguna tontería. En Ciudad Real, mi otra ciudad de referencia, se repite algo similar aunque menos pronunciado: 5.815 votos a Ganemos Ciudad Real frente a los 4.734 a Podemos; curiosamente, hay otros 1.150 votos que van a a coalición Ganemos-Los Verdes-IU que se presentaba a las autonómicas.En Cataluña no ha habido autonómicas y espero con impaciencia los resultados de septiembre para ver cómo se comporta el binomio Barcelona en Comú / Podemos en la ciudad condal. Aunque considero que Madrid ejemplifica mejor el comportamiento general de España de cara a las generales, Barcelona, como segunda ciudad en población, es una referencia fundamental.
No me gustaría dejar sin nombre a la gente de Zaragoza en Común, Compostela Aberta, Marea Atlántica y demás coaliciones ciudadanas que, ahora sí, van a gobernar sus ayuntamientos desde y para la gente y que me generan muchas esperanzas. Gracias, de verdad.
Mi conclusión: la gente identifica a Podemos con candidaturas ciudadanas y no le importa tanto las siglas. Ojalá lo tengan en cuenta para las generales.
La derrota de Izquierda Unidad - Comunidad de Madrid
El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.Así comienza Crónica de una muerte anunciada, novela de Gabriel García Márquez, y así debió empezar el día de ayer en la sede de IUCM. En los últimos meses, la dirección del partido en la Comunidad de Madrid ha dado la espalda a afiliados y simpatizantes. Parafraseando a Sabina: que la culpa sea de Tania Sánchez o de Pérez y Gordo, mire usted, lo mismo me da. El caso es que se han cargado el partido desde dentro, lo han dinamitado y el resultado de las elecciones (menos de 30.000 votos en la ciudad de Madrid y unos 130.000 en la Comunidad) deja a la formación con el eterno dilema de siempre: reformarse o morir.
Aparentemente, IU lleva muriendo mucho tiempo quizá porque no se ha dado cuenta de que hace años que llegó el momento de reformarse. Si no se da cuenta ahora, en las generales de otoño los españoles firmaremos su defunción. Me da mucha pena, pero Madrid es la cara visible de la formación y está destrozando la imagen federal.
Mi conclusión: es hora de que IU deje de arrogarse la representación de la gente y pase a ser parte de la gente. El despotismo ilustrado está pasado de moda.
El punto de inflexión del PSOE
En líneas generales, el PSOE ha perdido votantes pero no tanto como se esperaba. En el total estatal para las municipales ha perdido unos 750.000 votos, que contrastan fuertemente con los casi 2 millones y medio que ha perdido el PP. Creo que en toda España ha querido jugar el papel de abuelo sabio y les ha salido bastante bien. En la CAM, con una campaña autonómica bastante flojita, lo han bordado.
Sin embargo, también creo que está a un paso muy pequeño de hacer un PASOK y ser insignificante en el cómputo nacional. Está Susana Díaz intentando formar gobierno en Andalucía y negándose a firmar un pacto anticorrupción. Les va a pasar lo mismo en otras comunidades autónomas y en otros ayuntamientos y de ellos va a depender la imagen pública que proyecten a partir de ahora, o deciden asumir que ha habido corrupción y hay que eliminarla, o en las generales van a perder aún más votos frente a partidos que enarbolan lo que debería ser una obviedad: que la corrupción no puede ser parte integral de la administración pública.
Mi conclusión: Han salvado los muebles pero o vuelven al socialismo obrero del que presumen en sus siglas, o desaparecen. Los ciudadanos les han vuelto a dar una oportunidad y depende totalmente del PSOE el aprovecharla.
La irrupción de Ciudadanos
Es un partido que no me gusta. Tienen un programa que me pone los pelos de punta, que aboga por el liberalismo económico, por la privatización de servicios públicos, y por una mayor participación de las empresas en los espacios de decisión públicos. Luego dicen que son de centro izquierda, en un giro dialéctico y un retorcimiento mental de proporciones épicas.
La división de izquierda y derecha está hoy más vigente que nunca. Si algo he defendido siempre es que es imposible ser económicamente de derechas y socialmente de izquierdas, porque a la hora de distribuir el presupuesto o apuestas por lo social y pones el dinero de los impuestos en sanidad, educación, movilidad sostenible, etc. o lo pones en descuentos en impuestos directos a rentas altas, subvenciones a empresas e inversiones megalómanas. Ciudadanos intenta ser de derechas y de izquierdas y creo que le ha salido un discurso flojo, que ha convencido poco. Venían con la intención de ser la llave de la mayoría del país y se han quedado en algunos apoyos. La Comunidad de Madrid depende de ellos, eso sí, ¿dejarán gobernar a Cristina Cifuentes? ¿Tendremos una nueva autopista de entrada a Madrid, paralela a la A1? ¿O se abstendrán y serán parte de ese cambio que anunciaban, dejando gobernar en minoría a PSOE + Podemos?
Mi conclusión: Han sido perro ladrador y lo lamento, porque era mi esperanza de la fragmentación definitiva del voto de la derecha. De cara a las generales tendrán que definir mucho el discurso y se les juzgará por sus pactos.
La caída de la rancia derecha
La condesa de Bornos aspiraba a gobernarnos en Madrid, con mano de hierro y riéndose del pueblo que utiliza mientras, en el fondo, desprecia. Es toda una alegría haberle quitado su sonrisa de sátira. Porque venía a Madrid a ganar, venía a arrasar, con su nombre como única garantía y sin un mal programa porque el pueblo, ya sabéis, es idiota y no lee. Se ha quedado con 21 escaños en Madrid y ha sido superada por su rivalísima, Cristina Cifuentes, en votos dentro del municipio. Debe estar rascándose mucho porque el picor debe ser insoportable. Cifuentes depende de C's para gobernar la Comunidad y sigo pensando que no va a ser tan directo como se dice: C's está mirando a las generales.
Por suerte, no sólo en Madrid la derecha ha sufrido un fuerte revés: ha sido prácticamente en toda España. Rita Barberá, alcadesa durante años de la maravillosa ciudad de Valencia, ayer salía cabizbaja después de reconocer la derrota. María Dolores de Cospedal declaró la ingobernabilidad de Castilla-La Mancha por el PP, tras intentar un pucherazo legal pero no moral. Teófila Martínez deja Cádiz en manos de un probable tripartito de izquierdas. León de la Riva abandona Valladolid y dejará de ofendernos con sus declaraciones machistas y xenófobas.
En mi Ciudad Real deja de tener mayoría la derecha, que lleva gobernando desde el año 79 con distintos nombres pero con las mismas caras. En las capitales de Andalucía se ha vuelto mayoritariamente a la izquierda. Como decía antes, han perdido 2.500.000 votos, más del 10% de la participación (22.5 millones). Nada menos. Es el gran derrotado de estas elecciones aunque lo quieran vender de victoria.
Mi conclusión: Si algo ha demostrado el PP es que no son los gestores para hacernos salir de la crisis económica. En las generales sufrirán mucho para mantener un resultado mínimamente decente.
Los pactos
Se va a tener que pactar en todo el territorio nacional, ya que apenas ha habido mayorías absolutas. Es una buena noticia. Es una gran noticia. Espero que los partidos no jueguen a bloquear y a sacar réditos electorales de cara a las generales. Espero que todos cumplan su programa, que se ciñan a lo que han prometido y lo que parece que la mayoría de la población desea.
En Madrid, el pacto claro parece venir de la mano de Ahora Madrid y el PSOE. Sinceramente, espero que el PSOE no se dé un tiro en el pie y, absteniéndose, le dé el gobierno en minoría al Partido Popular y a la condesa. En la Comunidad, veremos. Yo apuesto por un gobierno en minoría de PSOE + Podemos, con la abstención de C's. No es un resultado óptimo pero creo que es lo más previsible.
Espero que Castilla - La Mancha pase a ser gobernada por el PSOE y Podemos. Que Ciudad Real sea gobernada por el PSOE y Ganemos. Que, en general, se lleguen a acuerdos en todos los ayuntamientos y autonomías para que deje de gobernar la derecha: Barcelona, Zaragoza, ¡Valencia!, pero también las capitales pequeñas (Segovia, Valladolid, Oviedo) y todos los pueblos de España.
Me decepcionaría muchísimo que no se pactase por defecto o que se pidiera la luna para hacerlo, negociando y cambiando cromos de distintas áreas. No tendría sentido práctico ni estratégico: creo que la ciudadanía ha (hemos) superado el votar a siglas, y hemos empezado a votar a programas y querer ver resultados tangibles.
Mi conclusión: la nueva política, y los partidos que se venden como tal, deben ser flexibles para poder enfrentarse al trabajazo que les han encargado los ciudadanos. Estoy convencida de que se puede y de que los resultados superarán, con mucho, los de cualquier mayoría absoluta.
Nuestras ciudades van a cambiar en los próximos cuatro años y yo estoy convencida de que va a ser a mucho mejor.